lunes, 15 de septiembre de 2008

COMUNICADO 2

Hola de nuevo:
Pues ya sabemos de 'quién' se trata el aguilucho cenizo "Circus pygargus" observado el pasado 7 de septiembre en Padul. Para quien no esté al tanto, les diré que el pasado 7 de septiembre, durante uno de los transectos de seguimiento de la avifauna en el humedal, dentro de la Red Fenológica para el Cambio Climático que iniciamos en Sierra Nevada el pasado año 2007, pudimos observar un joven de aguilucho cenizo que portaba dos marcas alares simétricas de color azul. El aguilucho ha estado en Sierra Nevada de 'parada y fonda', continuando -presumiblemente- su viaje migratorio hacia el S por el Valle de Lecrín a las pocas horas de ser observado.
Pues bien, este aguilucho fue marcado en el proyecto que llevan a cabo dos instituciones francesas, le Centre de Recherche sur la Biologie des Populations d’Oiseaux de Paris (CRBPO) y el Centre National de Recherche Scientifique de Chizé (CNRS).
Es un proyecto de marcaje masivo de aguilucho cenizo aplicado a la conservación de la especie; y trata de averiguar las tasas de reclutamiento entre las áreas de cría en Francia y la dispersión post juvenil en su viaje migratorio al sur. Nuestro aguilucho nació en el departamento de Hérault que se encuentra en el sur-sureste de Francia, al norte de Bassin de Thau.
(Para saber más del departamento de HéraulT): http://fr.wikipedia.org/wiki/H%C3%A9rault_(d%C3%A9partement)
Allí, el aguilucho cenizo (busard cendré) nidifica en praderas naturales formadas por grandes extensiones de gramíneas y compuestas (familia Compositae), con un matorral diseminado de coscoja (chêne Kermes) y algunos pies de encinas (chêne vert). Otras especies asociadas presentes, aunque en bajo número son las aulagas, el tomillo y la zarzamora. Las altitudes de los lugares de nidificación están entre 25 y 400 metros.
Es muy interesante darse cuenta que originariamente, los aguiluchos seleccionaban praderas naturales para nidificar, y que ante la falta de éstas, tuvieron que optar por un hábitat sub-óptimo que son los cultivos de cereales. De hecho, las colonias que nidifican en praderas naturales tienen una productividad muy superior a las que lo hacen en zonas de cultivo.
Eso sucede en esta zona francesa, pero también lo detectó en 2004 un equipo investigador de la Universidad de Castilla La Mancha, que llevó a cabo un magnífico estudio al respecto con unas conclusiones demoledoras: con mucho menos desembolso económico y mejor resultado final, podrían arrendarse tierras y recuperar praderas naturales, en lugar de llevar a cabo programas de subvención a los agricultores para no segar ciertos campos o efectuar vigilancias activas en campo que eviten que las cosechadoras maten a los pollos. Más del 60% de las nidadas que se salvan de las cosechadoras gracias a este método acaban destruidas por diferentes predadores, fundamentalmente zorros, perros asilvestrados u otros mamíferos.
¿Os imagináis poder realizar un proyecto así dentro de la restauración de las turberas de Padul? Imaginad una pradera natural -manejada, obviamente- en la zona de Los Llanos donde pudiera criar el aguilucho y sirviera de refugio invernal a otras especies.... nada descabellado y que mejoraría toda la zona, sin duda.

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